- Los artrópodos que infestan a los rumiantes domésticos incluyen arácnidos (garrapatas y ácaros de la sarna) e insectos (piojos, pulgas y dípteros). Su efecto no es solo patógeno per se (por ejemplo, debido a su actividad hematófaga o irritativa), sino que pueden actuar como vectores de otras enfermedades causadas por protistas, bacterias y virus.
- La utilidad de las vacunas frente a los artrópodos no se limitaría, por tanto, únicamente para el control de sus poblaciones y/o la reducción o supresión de los tratamientos farmacológicos necesarios, sino que también disminuiría la transmisión de ciertas enfermedades infectocontagiosas (por ejemplo, las piroplasmosis).
- Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo invertido en el desarrollo de vacunas frente a artrópodos, solo existen escasos éxitos comerciales, que incluyen algunas vacunas para el control de garrapatas.
VACUNAS FRENTE A ARÁCNIDOSGarrapatas ixódidas (Figura 1)
- Existen varias vacunas comercializadas en diferentes países de Sudamérica para el control de las garrapatas del ganado bovino del género Rhipicephalus (Boophilus) como R. microplus y R. annulatus, vectores de la babesiosis y la anaplasmosis. Las vacunas Gavac® (Cuba), Bovimune Ixovac® (México) están basadas en el antígeno Bm86 del intestino de la garrapata R. microplus y las vacunas Go Tick® y Tick-Vac® (Colombia) están elaboradas con antígenos extraídos de larvas de Rhipicephalus. Su empleo es de utilidad como parte del programa de un manejo integrado para el control y prevención de las garrapatas y que consisten en la combinación estratégica de todas las medidas.
- Estas vacunas inducen la síntesis de anticuerpos en el rumiante, los cuales al ser ingeridos por la garrapata cuando se alimenta de sangre, destruyen las células digestivas de ésta y acaban causando su muerte. Los valores de eficacia varían entre el 50 y el 90% dependiendo de la vacuna utilizada y de factores ambientales, individuales y de manejo (raza, densidad de los animales, acaricidas utilizados simultáneamente, etc.).
- Si se vacuna y revacuna regularmente (cada 6 meses tras la fase inicial y durante varios años) todo el rebaño que ocupa un determinado terreno, la población de garrapatas irá disminuyendo poco a poco, pero serán necesarios al menos dos o tres años para reducir sustancialmente las poblaciones de garrapatas en los pastos y disminuir significativamente el número de tratamientos adicionales con acaricidas. También pueden ser útiles donde haya resistencias a estos fármacos. Además, estas vacunas no impiden el desarrollo de la inmunidad natural del ganado frente a los hemoparásitos transmitidos por las garrapatas, manteniéndose el equilibrio enzoótico de la babesiosis y la anaplasmosis.
- Es importante destacar que el efecto de estas vacunas sobre las garrapatas es preventivo y no curativo, lo que exige que el ganado vacunado siga siendo tratado con acaricidas hasta que los pastos se limpien poco a poco de garrapatas. Además, no protegen frente a otros géneros de garrapatas y en aquellos lugares donde existen varias especies, el uso de la vacuna apenas reduce el número de tratamientos. Igualmente, son ineficaces frente a otros parásitos externosy no evita el uso de fármacos para el control de éstos.
Figura 1. Garrapata ixódida (Hyaloma lusitanicum).
Ácaros de la sarna
- Se ha obtenido resultados muy prometedores frente a la sarna producida por Psoroptes ovis utilizando una vacuna de subunidades con siete dianas, seleccionadas por estar involucradas en la interacción con las vías de señalización del hospedador y la respuesta inmunitaria; y en la alimentación de los ácaros. Las ovejas fueron inmunizadas con 3 dosis de esta vacuna con 2 semanas de diferencia, observándose una reducción significativa tanto en el tamaño de la lesión (hasta un 63 %) como en el número de ácaros (hasta un 56 %) hasta la sexta semana después del desafío.
VACUNAS FRENTE A INSECTOS
Dípteros miasígenos
- Los principales avances se han llevado a cabo en el desarrollo de vacunas frente a la hipodermosis bovina (Figura 2), habiéndose realizado ensayos de inmunización en el ganado bovino. Sin embargo, actualmente no se dispone de preparados vacunales eficaces y aplicables en condiciones de campo.
- Se han utilizado formulaciones basadas en un extracto obtenido de las larvas1 de Hypoderma lineatum (antígeno somático) y de un antígeno de excreción-secreción obtenido del sobrenadante procedente del cultivo de las mismas larvas. Ambos tratamientos redujeron hasta un 50% el número de barros respecto a los testigos no inmunizados; la supervivencia de las larvas de H. lineatum se redujo significativamente con el antígeno somático, mientras que la de Hypoderma bovis se vio afectada con ambos extractos.
- También se han realizado ensayos de inmunización en el ganado bovino utilizando como antígenos vacunales las hipoderminas A, B y C, mostrando una disminución significativa en la cantidad de pupas en desarrollo. La hipodermina parece ser el antígeno más prometedor, ya que se observó una mortalidad larvaria del 89,9% en las vacas inmunizadas. La existencia de resistencia cruzada entre las hipoderminas de H. lineatum e H. bovis, especialmente con la C, lleva a pensar en la posibilidad de un producto vacunal polivalente. Recientemente, se ha obtenido resultados prometedores empleando distintas fracciones solubles obtenidas de larvas 3 de H. lineatum (cuerpo graso, hemocitos y hemolinfa), si bien todavía son necesarios trabajos con más animales para validar el protocolo de inmunización y caracterizar los antígenos empleados.
Figura 2. Hipodermosis bovina.
- En relación con las miasis cutáneas, se han generado anticuerpos frente a una gran variedad de antígenos derivados de las larvas de Lucilia cuprina, incluyendo proteínas de la cutícula; extractos de larvas enteras o fraccionadas; productos de excreción y secreción; serina-proteasas purificadas y proteínas de membrana. En muchos casos, el crecimiento larvario in vitro se retrasó significativamente cuando se añadió el suero obtenido de animales inmunizados con estos antígenos. Sin embargo, no se confirió una protección significativa frente a infestaciones de las larvas durante estudios in vivo, lo que se atribuye a niveles insuficientes de IgG producidos. Además, se observaron valores significativos de protección en ovejas con una formulación capaz de estimular la respuesta celular y que estaba compuesta con antígenos nativos de larvas combinado con el adyuvante MontanideTM ISA-25 y la interleuquina-1b recombinante ovina (rovIL-1b). Un resultado fundamental de este estudio fue la falta de correlación entre la respuesta humoral y los valores de protección. En este sentido, se ha demostrado que una proteína de 56 kDa de los productos de excreción y secreción de las larvas de L. cuprina en los tejidos es capaz de inhibir la activación de los linfocitos.
Otros dípteros
- Tampoco existen vacunas disponibles frente a las moscas picadoras (mosca de los establos o de los cuernos) a pesar de que se ha observado una protección parcial en el ganado bovino con dos péptidos (trombostatina y hematobina) presentes en la saliva de Haematobia irritans, la mosca de los cuernos.
Agradecimientos: La Figura 1 ha sido cedida por el Dr. Miguel A. Habela (Facultad de Veterinaria, Universidad de Extremadura).
Los datos específicos sobre las vacunas descritas en este artículo se han obtenido de publicaciones o prospectos de las casas comerciales. Para consultar la bibliografía recomendada contactar con saluvet@ucm.es.