El apelativo de la ivermectina como molécula milagrosa es bien merecido dada su seguridad y amplio espectro de actuación frente a endo- y ectoparásitos. Su impacto como antiparasitario ha llevado a definirla en 2009 por la Organización Mundial de la Salud, la Fundación Bill Gates y la Fundación Carter como “la historia del triunfo de la humanidad sobre la adversidad”. ¿Te gustaría conocer los detalles de su descubrimiento? ¿Conoces su gran repercusión en la Sanidad Animal y en la Salud Humana? A continuación, te ofrecemos un recorrido por su historia, logros y las nuevas perspectivas para su utilización.
- Los protagonistas de su descubrimiento fueron el microbiólogo Satoshi Ōmura (Instituto Kitasato de Tokio) y el parasitólogo veterinario Dr. William Campbell (Instituto Merck en Nueva Jersey). El Dr. Ōmura recolectaba muestras del suelo para el aislamiento de bacterias que eran enviadas a los laboratorios Merck para evaluar su actividad antiparasitaria. La muestra NRRL 8165-a, aislada del suelo de un campo de golf al sur de Tokio, fue enviada entre otros cientos. Los primeros indicios de su actividad antihelmíntica se demostraron en un modelo murino experimental infectado con un nematodo. Poco después, se identificaron las avermectinas, de las que deriva la ivermectina. A la bacteria productora se la denominó Streptomyces avermectinius (renombrada de S. avermitilis) y continúa siendo la única fuente identificada productora de avermectinas.
“Los Dres. Campbell y Ōmura recibieron el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la ivermectina”
- La ivermectina fue comercializada como producto veterinario en 1981 dando lugar a una nueva familia de compuestos, las lactonas macrocíclicas, que presentaban actividad antiparasitaria “endectocida”, activas frente a nematodos endoparásitos, tanto gastrointestinales como pulmonares, y artrópodos ectoparásitos. Su eficacia es excelente, a dosis tan bajas como 200 microgramos/kg, y su margen de seguridad muy amplio. Su puesta en el mercado, en tan solo seis años, fue el fruto de la colaboración entre un equipo de investigadores y técnicos (unas 125 personas) y numerosos parasitólogos veterinarios de todo el mundo. Estas investigaciones fueron esenciales para el éxito de la ivermectina y sus derivados (eprinomectina o selamectina), convirtiéndose en los fármacos de elección para el tratamiento conjunto de las nematodosis y de las infestaciones por diversos ectoparásitos de animales de producción y compañía.
- Algunos de los estudios sobre las aplicaciones veterinarias de la ivermectina fueron clave para su posterior empleo en las personas. Su elevada actividad frente a Onchocerca en caballos y bovinos constituyeron el trampolín para su uso frente a la filariosis humana, representando un ejemplo pionero del abordaje One Health. Las primeras pruebas de la ivermectina en humanos frente a la oncocercosis o ceguera de los ríos producida por Onchocerca volvulus comenzaron en Senegal en 1981. En 1987, la ivermectina fue aprobada para uso humano. El Dr. Roy Vangelis, CEO de Merck, inmediatamente impulsó el Programa Mectizan -el nombre comercial de la ivermectina- (http://www.mectizan.org) para el control de la oncocercosis como una iniciativa sin precedentes por la donación de “tanta ivermectina como fuera necesaria, durante el tiempo que fuese necesario”. Desde ese momento se han sucedido los Programas de Erradicación de la Oncocercosis en las Américas -OEPA- (1992-actualidad) y en África -APOC- (1995-2015); y el Control y Erradicación de la Filariosis Linfática o elefantiasis en aquellos países (África y Yemen) donde es co-endémica asociando la ivermectina con albendazol (1998-actualidad). Hasta el momento, se han dispensado más de 3000 millones de dosis que han logrado la erradicación casi total de la oncocercosis en Sudamérica y de la elefantiasis en Yemen y Togo. La ivermectina también se emplea en el tratamiento de diferentes miasis humanas.
- El éxito de la ivermectina podría verse incrementado por su utilidad futura en nuevas terapias. El programa BOHEMIA (https://bohemiaconsortium.org), está evaluando la actividad de la ivermectina frente a la malaria con su administración masiva a la población y al ganado del que depende. El éxito de esta estrategia radicaría en la capacidad de la ivermectina de producir la muerte de los mosquitos que la transmiten cuando se alimentan de individuos bajo tratamiento. El proyecto pretende iniciarse el año 2021 en Mozambique y Tanzania. Además, nuevos estudios también han demostrado la actividad antivírica in vitro frente a virus ARN (virus del dengue, virus del Nilo Occidental, virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino) y se ha estudiado su efecto inhibitorio frente al virus SARS-CoV-2 durante la actual pandemia con eficacia a altas dosis.
- Los Dres. Campbell y Ōmura (por el descubrimiento de la ivermectina) junto a la investigadora de origen chino Tu Youyou (por el descubrimiento de la artemisinina para el tratamiento de la malaria) recibieron el premio Nobel en Medicina en el año 2015.