Criptosporidiosis

Criptosporidiosis

One Health

El concepto One Health (“Una Sola Salud”) es una estrategia colaborativa, interdisciplinar y global para mejorar el conocimiento y afrontar el control de las zoonosis y así garantizar la salud humana y animal. One Health se basa en la interdependencia entre la salud humana y animal y su vinculación al ambiente. Es fundamental aplicar el concepto One Health en salud pública, ya que aproximadamente el 60% de las enfermedades infecciosas en las personas están originadas por patógenos zoonóticos.

La criptosporidiosis

La criptosporidiosis es una zoonosis parasitaria causada por un protozoo del género Cryptosporidium y una de las principales causas de diarrea en los humanos y en terneros, corderos y cabritos de menos de un mes de vida. En los humanos es la quinta causa de diarrea en niños menores de 5 años y es uno de los principales patógenos oportunistas en pacientes con SIDA. Las dos especies de Cryptosporidium más frecuentes en humanos con diarrea y zoonóticas son C. parvum y C. hominis. Cryptosporidium parvum es la especie que se detecta con mayor frecuencia en los rumiantes, siendo uno de los agentes etiológicos del síndrome diarreico neonatal en rumiantes neonatos. Cryptosporidium hominis se transmite fundamentalmente entre humanos, si bien recientemente también se ha detectado en otras especies animales.

 

 

Cryptosporidium, un patógeno One Health

  • Los hospedadores infectados eliminan ooquistes, que son la fase de resistencia ambiental y que pueden sobrevivir durante años en el ambiente. Tanto los animales como las personas se infectan por el consumo de agua o alimentos (frutas y verduras) contaminados con ooquistes, o bien de forma indirecta a través de fómites o por falta de higiene de manos. Por tanto, la criptosporidiosis es una zoonosis de transmisión hídrica (p. ej. por consumo de agua potable de embalses contaminados y aguas recreativas) y alimentaria. Mientras que los brotes de criptosporidiosis humana por hominis se suelen asociar a brotes en guarderías y de transmisión hídrica, C. parvum está implicado con mayor frecuencia en brotes de transmisión alimentaria, siendo la leche, la sidra sin pasteurizar y las ensaladas, los alimentos responsables de un mayor número de brotes.
  • Las fuentes de infección son muy diversas, ya que la fauna doméstica y silvestre pueden estar infectadas con diferentes especies y genotipos de Cryptosporidium con potencial zoonótico. Se han descrito alrededor de 30 especies y más de 40 genotipos en numerosos hospedadores vertebrados incluyendo el ser humano y un amplio rango de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. Sólo en los humanos ya se han descrito infecciones por 20 especies y genotipos.
  • La dosis infectiva es baja (10-100 ooquistes); las heces diarreicas contienen millones de ooquistes y el parásito es resistente a la mayoría de los desinfectantes que se emplean de forma habitual en las granjas y a los tratamientos clásicos de potabilización del agua de bebida y aguas recreativas como la cloración.
  • Se han descrito varios brotes de criptosporidiosis asociados al consumo de agua potable entre los que destaca el de Milwaukee (Wisconsin, EE.UU) en 1993, donde más de 400.000 personas estuvieron afectadas, 67 fallecieron, y cuyo origen se asoció al agua procedente de una planta potabilizadora.
  • La legislación española vigente no contempla Cryptosporidium en las regulaciones a aplicar en las aguas potables, en las piscinas públicas o en las estaciones de aguas residuales. En el caso del agua destinada a consumo humano se determinará la presencia de Cryptosporidium siempre y cuando se haya detectado previamente Clostridium perfringens y exista una turbidez por encima de 5 UNF y si la autoridad sanitaria lo considera oportuno (Real Decreto 140/2003).

La criptosporidiosis es una zoonosis profesional

La criptosporidiosis es una enfermedad zoonótica ocupacional tanto de los ganaderos como de los veterinarios, dado el estrecho contacto que hay entre rumiantes neonatos con diarrea y los humanos. Además, la criptosporidiosis es la zoonosis más frecuente en estudiantes de veterinaria asociado con el manejo de terneros enfermos ingresados en los hospitales clínicos veterinarios.

Impacto de la criptosporidiosis en la salud humana

Todas las personas son susceptibles a la infección por Cryptosporidium. El cuadro clínico se caracteriza por una diarrea acuosa que puede acompañarse de dolor abdominal, pérdida de apetito, febrícula, náuseas, vómitos y pérdida de peso. La infección asintomática es muy habitual, pero el cuadro clínico puede ser grave y de larga duración en personas inmunocomprometidas; algunos ejemplos son aquellas que estén recibiendo quimioterapia para el tratamiento del cáncer, diálisis renal o terapia con corticosteroides, personas con SIDA y pacientes con enfermedades autoinmunes.

¿Cómo se diagnostica en las personas?

Ante la sospecha clínica de una criptosporidiosis se recogen muestras de heces en las que se buscan ooquistes de Cryptosporidium mediante diferentes técnicas directas: extensión fecal y tinción ácido-alcohol resistente, inmunofluorescencia directa o enzimoinmunoensayo (ELISA). También existen pruebas rápidas de inmunocromatografía, pero su sensibilidad es baja y se desaconseja su empleo. Todas estas metodologías no identifican la especie infectante ni determinan la viabilidad de los ooquistes. Por último, las técnicas moleculares son una herramienta clave en el concepto One Health, ya que permiten identificar las especies y genotipos, y así monitorizar el origen de la infección.

Medidas de control y tratamiento de elección en los humanos

  • Lavado de manos tras haber estado en contacto con materia fecal (p. ej. tras el contacto con animales de granja o el cambio de pañales).
  • Evitar ingerir agua al nadar en aguas recreativas (piscinas, embalses, ríos).
  • Lavar bien todas las frutas y verduras y beber zumos de fruta pasteurizados.
  • Empleo de filtros de agua con un tamaño de poro inferior a dos micras o hervir el agua durante un minuto.
  • Evitar las prácticas sexuales en las que pueda haber contacto con heces
  • La mayoría de las personas inmunocompetentes se pueden recuperar sin tratamiento, pero en caso de deshidratación será necesario. administrar fluidoterapia y fármacos antidiarreicos. La nitazoxanida es el único fármaco aprobado para el tratamiento de la criptosporidiosis humana en EE.UU., pero su eficacia es reducida y su uso solo está indicado en pacientes inmunocompetentes.