Cuál es tu diagnóstico: Caso 6

¿CUÁL ES TU DIAGNÓSTICO?: CASO Nº 6



Corderos en un cebadero. (Foto: Jorge Gutiérrez).

Cebadero de corderos en la provincia de Granada con un censo de 12.000 animales. Todas las semanas se introducen 1.800 corderos de aproximadamente un mes y medio de edad (11-14 kg de peso) que provienen de diferentes explotaciones, donde se alimentan mediante lactación natural o artificial. En el momento de la clasificación por peso y edad, a los 2 días de su llegada al cebadero, los corderos se vacunan frente al complejo respiratorio ovino y enterotoxemias. No se desparasita. Los animales se alimentan con pienso de transición durante las primeras 2 semanas en el cebadero, para después recibir pienso de cebo, en ambos casos con acceso a paja ad libitum.

El responsable del cebadero nos dice que en los últimos meses observa que los corderos engordan más despacio. Además, en el lote que llegó hace 15 días hay muchas deyecciones blandas en el suelo de la nave, en torno al 10% de los corderos tienen la zona perianal manchada de heces y se han muerto 30 corderos de ese lote (1,6% de mortalidad). Al visitar la explotación observamos que las heces de los animales que llegaron al cebadero hace 15 días son blandas y de color marrón, pero no sanguinolentas. Sin embargo, los corderos que llevan un mes y medio en el cebadero no presentan diarrea.

Cordero con el tercio posterior manchado. (Foto: Jorge Gutiérrez).

¿De qué enfermedad sospecharías?

No es correcta. Selecciona otra opción

La transición desde la lactación a la alimentación con pienso se hace correctamente. Los dos primeros días de estancia en el cebadero se hace una rehidratación de los animales y después se utiliza un pienso de transición.

La colibacilosis se caracteriza por diarrea de color amarillento o gris en corderos jóvenes, especialmente durante las dos primeras semanas de vida y que suele producir la muerte de los corderos en pocas horas. Se asocia con condiciones de manejo deficientes o con la falta de inmunidad adecuada debido a la insuficiente ingesta de calostro.

Respuesta Correcta.

La coccidiosis en una enfermedad ocasionada por diferentes especies del género Eimeria. Esta enfermedad afecta a corderos entre 3 y 8 semanas de edad y su presentación suele coincidir con el destete, momento en el cual hay estrés para los animales debido al transporte, al cambio de alimentación y al reagrupamiento de los corderos.

La coccidiosis es frecuente en los cebaderos de corderos (Foto: Jorge Gutiérrez).


¿Qué muestra sería la más adecuada para realizar el diagnóstico?

No es correcta. Selecciona otra opción

La muestra del pienso que están comiendo los animales no sería útil para el diagnóstico ya que estos adquirieron la infección por ingestión de ooquistes esporulados de Eimeria spp. a los pocos días de vida en la explotación de origen.

Las infecciones por Eimeria spp. están presentes en la gran mayoría de las explotaciones de ovino y, por tanto, la determinación de la presencia de anticuerpos anti-Eimeria en el suero sanguíneo no sería útil para el diagnóstico. Además, los corderos tienen anticuerpos calostrales que podrían interferir en las pruebas serológicas. Debe también indicarse que en la actualidad no se dispone de pruebas comerciales para la detección de anticuerpos específicos frente a las especies ovinas de Eimeria.

El estudio de las lesiones macroscópicas revela la magnitud y extensión del daño intestinal. Sin embargo, estas lesiones no son específicas de la infección por Eimeria spp. y se requiere un estudio microscópico para confirmar la presencia de esquizontes, merozoitos, gametocitos y/o ooquistes en el epitelio intestinal. Para realizar el estudio microscópico se requieren técnicas laboriosas, relativamente costosas y conocimientos en histopatología, por lo que no se utiliza como diagnóstico habitual.

Respuesta Correcta.

Se deben recoger heces del recto de los corderos (aproximadamente 3-5 gramos por animal). Lo ideal es tomar muestras del 10% de los corderos del lote, incluyendo tanto los corderos con diarrea como sin diarrea. Las heces se deben enviar al laboratorio refrigeradas, nunca congeladas.

Ooquistes de Eimeria.


¿Qué análisis laboratorial solicitarías?

No es correcta. Selecciona otra opción

La detección de ooquistes no es suficiente para el diagnóstico de las infecciones por Eimeria spp., ya que estas son muy frecuentes en las explotaciones ovinas.

Dentro de las especies de Eimeria que parasitan a los ovinos, existen especies muy patógenas, como E. ovinoidalis y E. crandallis, moderadamente patógenas (E. bakuensis y E. ahsata) y poco patógenas (E. gilruthi, E. faurei, E. granulosa, E. intricata, E. marsica, E. pallida, E. parva, E. punctata, E. weybridgensis). Aunque lo habitual en los corderos son infecciones mixtas causadas por varias especies, la identificación de estas como única técnica diagnóstica no nos resolvería el diagnóstico.

Respuesta Correcta.

El recuento de ooquistes en las heces se realiza mediante técnicas coprológicas de concentración mediante flotación con soluciones densas, como el método de McMaster modificado, que nos permite conocer el número de ooquistes eliminados por gramo de heces (pg) y cuya sensibilidad es de 50 ooquistes pg. Sin embargo, la interpretación de los recuentos de ooquistes no siempre es fácil, porque el número de ooquistes eliminados no se correlaciona necesariamente con las manifestaciones clínicas observadas en los corderos. Recuérdese que lo habitual son las infecciones mixtas por varias especies de Eimeria y que las que infectan a los ovinos no tienen todas la misma patogenicidad, siendo posible la presencia de recuentos elevados sin manifestaciones clínicas asociadas. En general, los recuentos superiores a 500 ooquistes pg indicarían infección y recuentos superiores a 5.000 ooquistes pg indicarían una coccidiosis clínica. La valoración clínica de los animales afectados, junto a los resultados de los recuentos serían factores clave para la decisión de un tratamiento farmacológico adecuado. La identificación de las Eimeria spp. se realiza estudiando las características morfométricas de los ooquistes esporulados. Esta técnica, aunque relativamente sencilla, es muy laboriosa, requiere personal especializado y su coste es muy elevado. Sin embargo, si se puede recomendar que se realice en la explotación para conocer las especies presentes, lo que facilitaría además la interpretación de los recuentos de ooquistes en las heces que pudieran solicitarse en otros brotes.

El recuento de ooquistes en heces y la clínica asociada nos permiten el diagnóstico de la eimeriosis ovina (Foto: Jorge Gutiérrez).


¿Qué medidas recomendarías aplicar en el lote de animales afectado?

No es correcta. Selecciona otra opción

Los coccidiostáticos ralentizan el crecimiento del parásito, pero no lo eliminan, por lo que tienen que ser administrados durante largos periodos de tiempo. El tratamiento en pienso con coccidiostáticos, como el decoquinato, está autorizado para su uso en ovinos en España. Sin embargo, el hecho de tener que administrarlo durante largos periodos de tiempo y tener que realizar un diagnóstico periódico de la infección por Eimeria en el rebaño para poder prescribirlo (Reglamento 2019/6 y Real Decreto 666/2023 sobre medicamentos veterinarios) hace que actualmente muchas explotaciones opten por otras alternativas.

Ante un brote de coccidiosis con animales con diarrea y retraso en el crecimiento es recomendable aplicar un tratamiento con fármacos coccidicidas (diclazuril o toltrazuril) para eliminar la clínica, reducir la contaminación ambiental por ooquistes y evitar la infección de nuevos animales.

Respuesta Correcta.

Los fármacos coccidicidas, como el diclazuril y el toltrazuril, eliminan los parásitos extra e intracelulares, administrados oralmente como monodosis. Ambos están autorizados para su uso en ovinos en España. Sin embargo, para poder prescribirlos es necesario el diagnóstico previo de la infección en la explotación (Reglamento 2019/6 y Real Decreto 666/2023 sobre medicamentos veterinarios). Para mejorar el bienestar animal y evitar pérdidas económicas, lo más adecuado sería realizar el diagnóstico temprano de la infección en cada lote de animales, con el objetivo de administrar estos fármacos metafilácticamente. Para ello deben monitorizarse los animales mediante análisis coprológicos periódicos, puesto que una vez se hayan manifestado los signos clínicos, el ciclo del parásito se ha completado y ya se han producido las lesiones intestinales que van a ocasionar las perdidas productivas. El toltrazuril tiene un periodo de espera en carne de 42 días, mientras que el diclazuril no tiene tiempo de espera en carne.

La administración de fármacos frente a la coccidiosis siempre debe ir precedida por un correcto diagnóstico laboratorial (Foto: Jorge Gutiérrez).


¿Qué medidas tomaría a partir de ahora en la compra de animales?

No es correcta. Selecciona otra opción

No hay ninguna vacuna registrada frente a las coccidiosis ovinas.

El riesgo de aplicar de forma sistemática fármacos frente a las Eimeria spp. puede dar lugar al desarrollo de resistencias farmacológicas. En cualquier caso, para poder aplicar fármacos frente a Eimeria habría que hacer análisis coprológicos periódicos de los animales a la llegada al cebadero y hacer un estudio exhaustivo del riesgo-beneficio (Reglamento 2019/6 y Real Decreto 666/2023 sobre medicamentos veterinarios).

Respuesta Correcta.

Tendremos que identificar las granjas de origen y si tienen deficiencias en el manejo (mal encalostrado), alojamiento de los animales (hacinamiento) y en la limpieza/desinfección de las instalaciones, ya que son factores de riesgo de la infección por las Eimeria spp. en los corderos durante las primeras semanas de vida. Además, es importante realizar el destete en condiciones óptimas (adecuado transporte y alojamiento y alimentación a la llegada al cebadero) para evitar situaciones de estrés que podrían derivar en inmunosupresión de los animales con la consecuente aparición de las coccidiosis clínicas (diarrea) y subclínicas (disminución de la ganancia media diaria de peso).